Gas Galicia ha lanzado un nuevo plan para que el 82 % de la población tenga acceso a este combustible, mientras que convertirá su terminal en eje de suministro para todo tipo de buques; la nueva estrategia energética gallega prevé desplegar nuevas infraestructuras
La historia de la gasificación en Galicia se cuenta por décadas. Fue en 1998 cuando este suministro llegó por tierra a la comunidad, después de que se construyese una extensión del gasoducto que enlaza el Magreb con Europa, con entrada en Galicia a través de Tui, y fue casi diez años después cuando Reganosa puso en operación la terminal regasificadora de la ría de Ferrol, con sede en el municipio de Mugardos, para empezar a recibir el combustible por mar. Si merced al plan de gasificación de Galicia, hace 20 años, pudieron conectarse a la red los primeros consumidores domésticos de la comunidad, la puesta en marcha de la planta posibilitó el desarrollo del sector desde el punto de vista industrial. Así, permitió la construcción y puesta en marcha de las centrales de ciclo combinado (que utilizan gas y vapor de agua para generar electricidad) que Endesa tiene en As Pontes, de 800 megavatios de potencia, y la de Gas Natural Fenosa en Sabón, de 400. Otras grandes empresas, como Alcoa, pudieron dejar de suministrarse a través de camiones cisterna que procedían de la planta de Huelva para hacerlo primero desde los cargadores de la regasificadora mugardesa, y después a través de plantas satélite que sirven para acercar este combustible allí donde la orografía gallega complica que llegue el tendido terrestre.
Desde el año 2007, cuando comenzó a operar la terminal, y como consecuencia del desarrollo continuado de los diferentes planes de expansión, el consumo de gas en Galicia se ha incrementado casi en un 60 %, pasando de los 7.763 gigavatios a la hora demandados durante ese ejercicio a los 18.725 del pasado año.
Ese tirón de la demanda ha estado sustentado en el desarrollo de planes de gasificación en diferentes municipios y polígonos industriales, de forma que actualmente disponen de este suministro 76 concellos de la comunidad y otros 43 parques empresariales.
La expansión sostenida del mallado del transporte, unida a las posibilidades que ha reportado la infraestructura de la ría ferrolana para la industria han hecho crecer también de forma continuada el número de usuarios de gas en la comunidad. Las cifras que maneja el Instituto Enerxético de Galicia (Inega) muestran que, en el 2010, había 214.644 clientes de gas, frente a los 281.585 del pasado año, a los que les llega el combustible a través de los 4.000 kilómetros de red, tanto de transporte como de distribución, que discurren por la comunidad.
Segunda fase
El primer plan de gasificación de Galicia fue impulsado conjuntamente por Enagás, Gas Natural Fenosa y la Xunta, y una de sus consecuencias fue la creación de Gas Natural Galicia. Esta última compañía lanzó en el 2015, en colaboración con el Gobierno autonómico gallego, un nuevo programa de gasificación, que tiene por objetivo alcanzar un grado de cobertura de la población del 82 %. Para ello, ampliará la red de distribución en 840 kilómetros para garantizar que otros 120.000 nuevos puntos de suministro puedan ser abastecidos en la comunidad. Serán no solo clientes domésticos, sino también industriales, ya que contempla que otros 20 nuevos parques empresariales dispongan de este combustible, además de mejorar las infraestructuras en los 43 polígonos ya gasificados.
Solo desde el año 2009 hasta la actualidad se han movilizado más de 350 millones de euros en proyectos ligados al desarrollo de la red de distribución y transporte del gas, según subrayan desde la Consellería de Economía, gabinete que incide en que este esfuerzo inversor tendrá continuidad en los tres próximos ejercicios, impulsado por las Directrices Enerxéticas de Galicia para el período 20108-2020 que acaba de aprobar la Xunta. Extender el mallado, la mejora de la conexión de Galicia con el resto del sistema peninsular (a través de la construcción del gasoducto Guitiriz-Lug), la constitución de un complejo logístico en la ría de Ferrol para el suministro de GNL para el transporte marítimo y el fomento del gas natural comprimido para el transporte terrestre son algunas de las piezas claves que contempla la estrategia comunitaria en materia gasista.
«De cara al futuro vamos a tener que seguir avanzando sobre todo para la reconversión de la flota pesquera para que consuma GNL, y ese es un reto de país», asegura el conselleiro de Industria, Francisco Conde. «En ese ámbito, Reganosa es un auténtico motor del cambio y de la creación de un hub de GNL. Además, estamos trabajando en la posibilidad de desarrollar un programa de compra pública innovadora para ser pioneros y marcar la tendencia de cómo se tiene que producir la transformación del GNL en Galicia», añadió.
panorama energético
Si bien uno de los objetivos con los que se implantó Reganosa en la ría ferrolana fue el de suministrar gas a los ciclos combinados de As Pontes y Sabón, la crisis económica y los cambios en el panorama energético han llevado a estas centrales a operar muy por debajo de sus capacidades, aunque en los últimos años han comenzado a recuperar actividad. La planta de Endesa consume ahora un 43 % menos que cuando arrancó, en el 2008, y el de Sabón registra una caída del 72 % en el mismo período.
En un contexto de descarbonización de la economía, el sector mira fijamente hacia el crecimiento que puede reportarle el transporte, tanto marítimo como terrestre. Cumplidos los objetivos con los que se implantó hace una década Reganosa en la ría de Ferrol, los responsables de la compañía miran más hacia fuera que nunca. «En estos diez años, lo que veníamos a hacer a Galicia está conseguido, pero hemos encontrado otras cosas que hacer por el mundo y estamos en ello, como llevar el gas al mar», declaró recientemente el director general, Emilio Bruquetas.
Ha sido una década en la que la terminal ha recibido 236 barcos, que han descargado 28.720.000 metros cúbicos de gas, con los que se podría abastecer la demanda gasista de toda España durante seis meses. Diez años en los que también se han diversificado los puntos de origen del GNL que arriba a Galicia por vía marítima, entre los que se encuentran Nigeria, Trinidad y Tobago, Noruega o Estados Unidos, y un período en el que ha dado el salto internacional, ganando un concurso para operar la planta regasificadora de Malta. Reganosa está participada al 50,69 % por el Grupo Tojeiro, al 24,31 % por la Xunta, al 15 % por la japonesa Sojitz y al 10 % por la argelina Sonatrach.
El dinamismo del sector se demuestra en la promoción de nuevas infraestructuras, pero también en el impulso a otro tipo de proyectos.
Para Gas Galicia, «la apuesta de futuro es el gas renovable», es decir, aquel obtenido a partir de residuos que puede inyectarse directamente en la red ya existente. «Es una energía óptima, ya que aprovecha al máximo los recursos y es neutra en emisiones de CO2, con lo que será parte de las energías renovables del futuro», afirma la empresa. Un ejemplo es la Unidad Mixta de Gas Renovable, formada por Gas Natural Fenosa, EnergyLab (Centro Tecnológico de Eficiencia y Sostenibilidad Energética) y la empresa pública supramunicipal EDAR Bens, que investiga ya en la producción de biometano en las estaciones de depuración urbanas y de industrias alimentarias y su aplicación en la movilidad urbana.